Igual que en las crisis sanitarias anteriores (SARS en 2003), se descuenta que la aparición del coronavirus afectará a la economía asiática y se teme una caída en la demanda china de materias primas (petróleo sobre todo) y alimentos (carnes y granos), además del fuerte impacto sobre la actividad económica por la caída de los viajes y consumo interno en general.
Qué es el coronavirus
El coronavirus ha provocado que se active una emergencia sanitaria después de haber dejado miles de personas contagiadas en 20 países y más de 300 muertos en China. Su origen es animal y parece que fue causado por los murciélagos que se vendían en los mercados de la zona china de Wuhan, si bien todavía no hay certeza sobre ello. Se contagia entre humanos con estornudos o al toser y los principales síntomas son la tos, la fiebre y los problemas respiratorios propios de una neumonía. Para los mercados financieros, esta situación crea incertidumbre lo que provoca ventas de activos de riesgo y compra de activos refugio.
Muchas carteras de inversión han incrementado su nivel de riesgo
El entorno de tipos de interés a cero lleva tiempo complicando la vida a los inversores quienes han acabado en la siguiente situación: el inversor que se limitaba a invertir en depósitos a plazo y letras del Tesoro comenzó a adquirir bonos investment grade, aquél que ya estaba cómodo con la renta fija privada de calidad ha dado el salto a los bonos high yield y a la renta fija emergente y, finalmente, el que conocía ya estos tipos de bonos se ha adentrado en el mundo de las subordinadas y los CoCos. En paralelo, también se ha incrementado el riesgo por el creciente peso de la renta variable en carteras en las que antes éste era residual o inexistente.
Estrategias de defensa para los inversores
Nadie sabe el tiempo que pasará hasta controlar la propagación del virus y asegurar su curación. De ahí que también que desconozcamos cuál será el impacto final en la economía china y en el resto del mundo dada la importancia del gigante asiático en el crecimiento mundial como explicaba en este blog la pasada semana.
Por ello, como insistía en el post una cartera adecuada para 2020, conviene contar siempre en las carteras de inversión con algunas estrategias de protección:
- Liquidez con el 0% de retorno que es el coste de la seguridad.
- Contar con fondos de inversión con bonos estadounidenses a medio/largo plazo y con exposición plena a Dólar.
- Diversificar en inversiones alternativas ilíquidas y globales (inmobiliario y private equity diversificados entre otras)
- ETFs sobre oro físico.
Y como siempre recuerdo, si se invierte en activos de riesgo bien elegidos y se tiene paciencia y visión de largo plazo, aunque se atraviesen fases difíciles, el paso del tiempo traerá la recompensa. Como muestra, evocar cómo en 2003 con la crisis del citado virus SARS, al acabar el año las bolsas asiáticas (índice MSCI sin incluir Japón) habían subido más del 50%.
Asesórense bien y sean prudentes.