A ningún país le gusta la espiral de medidas arancelarias de la TW (trade war/guerra comercial) de Trump pero, como era de esperar, todos los Estados responden a las decisiones de la Administración de EEUU con otras equivalentes. Ya lo han hecho China, la Unión Europea y Rusia. El lastre que esa incertidumbre supone para las mercados está pesando en la evolución de las Bolsas y podría hacerlo más.
¿Por qué no se sientan todos a negociar?
Una negociación global en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC) permitiría reducir la incertidumbre y sería muy favorable para los mercados de acciones. Sin embargo, al menos en el corto plazo, es difícil que eso suceda. Como opina el Profesor Villamizar, analista económico y financiero y experto en relaciones internacionales: “para Trump no hay acuerdos globales, hay sólo acuerdos bilaterales y su regla es tirar la bomba para asustar y lograr así reducir el déficit de una forma sustancial, asustando… hasta que consiga al menos el 50% de su objetivo (si bien éste es teóricamente eliminarlo en su totalidad)”. Veremos.
Las elecciones de noviembre: posible punto de inflexión
Como cada dos años, el 6 de noviembre próximo los estadounidenses votarán para renovar la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado. El Partido Republicano controla ahora ambos hemiciclos, lo que es esencial para avanzar en la agenda legislativa de Trump. La gestora británica First Trust exponía en un reciente análisis tres razones por las que los Demócratas podrían tomar el control de la Cámara de Representantes:
– En las elecciones midterm, el partido que está en la Casa Blanca acostumbra a perder numerosos escaños y el control de la Cámara y así le sucedió a Clinton y a Obama durante sus mandatos.
– Aproximadamente 40 miembros republicanos de la Cámara de Representantes han anunciado su jubilación desde las últimas elecciones.
– En este tipo de elecciones intermedias dentro los mandatos presidenciales, los Demócratas superan en media en un 16% los últimos resultados obtenidos.
Pese a que es muy probable que el Senado continúe bajo control Republicano, un resultado favorable para los Demócratas como el descrito podría atemperar algunas de las políticas del Presidente Trump y orientar su mandato hacia una senda más pactista.
10 años de Lehman
Hace una década del colapso del banco estadounidense Lehman Brothers que desencadenó la crisis financiera que a su vez provocó la recesión global e hizo explotar varias burbujas, la inmobiliaria a la cabeza, que llevaban varios años hinchándose. Muchos se preguntan si, tras todas las reformas y actuaciones de los Bancos Centrales, estamos mejor ahora. El analista de Bloomberg Sony Kapoor explicaba la pasada semana cuatro razones por las que cree que no estamos mejor en la actualidad:
– El nivel de deuda de la economía global está en máximos históricos y existe un deterioro generalizado en la calidad crediticia de muchos emisores soberanos y privados.
– La escasa munición monetaria que tienen los Bancos Centrales después de haberse empleado a fondo en una expansión monetaria sin precedentes (tipos a cero y quantitative easing).
– El auge del populismo en muchos países y su llegada al poder en algunos.
– La ruptura y fragmentación del orden mundial: guerra comercial, Brexit, inmigración, etc.
Para el analista de Bloomberg, los negativos factores anteriores superan en importancia al positivo entorno bancario logrado gracias al fortalecimiento de los balances de la mayoría de las principales entidades financieras.
Dos pasos atrás y estar preparado
Creo que nos encontramos en una de esas fases en que es indispensable dar dos pasos para atrás con objeto de poder divisar con mayor claridad el panorama macro actual y su posible evolución. Y hacerlo sin olvidar que los mercados financieros nunca están tranquilos ya que siempre existen elementos de todo tipo que los condicionan. Es cierto que, en la actualidad, éstos son muchos y de peso. No obstante, insisto, como hacía la pasada semana, en que no es momento de entrar en pánicoy vender todo lo que huela a riesgo, sino deestar bien preparado adaptando las carteras al cambiante entorno en que nos movemos.
Asesórense bien y sean prudentes.