Como se esperaba, Emmanuel Macron, denominado el candidato social-centrista-reformista y con vocación liberal, ha sido elegido presidente de la República Francesa con el 66% de los votos. Su rival, la ultraderechista Marine Le Pen, se ha quedado muy atrás con el 34% de los votos. Creo que el pueblo francés ha dado un ejemplo de madurez abrazando las expectativas del Presidente más joven (39 años) de la V República que son elevadas, pero los avatares que le (nos) esperan siguen siendo muchos. En todo caso, considero que este resultado es bueno para Francia, para Europa y para el devenir de los mercados financieros.
El populismo pierde una batalla, no la guerra
Aunque derrotada, Le Pen ha logrado un triunfo espectacular: el mejor resultado de la historia de la extrema derecha francesa, instalando a su partido, el Frente Nacional, en el corazón político de Francia y aspirando a conseguir un grupo parlamentario propio de 30 ó 40 diputados en la futura Asamblea Nacional.
No olvidemos que el caldo de cultivo del descontento que ha hecho fuerte a esta corriente populista sigue ahí: un desempleo que no se consigue hacer bajar del 10% con una tasa de cerca del 25% de parados entre menores de 25 años, una deuda pública cercana al 100% del PIB y un crecimiento de éste que sigue estancado pues en el primer trimestre su variación interanual fue del 0,8%, 4 décimas menor que la del cuarto trimestre de 2016.
Una de las claves en el corto plazo está en las próximas elecciones que tendrán lugar el 11 y el 18 de junio para renovar los 577 diputados de la Asamblea Nacional. Del resultado de esa cita electoral dependerá en gran medida que el nuevo Presidente pueda sacar adelante su programa político reformista y pro-europeísta.
Se refuerza la alianza con Alemania…
La actitud constructiva hacia Europa de Macron debería de permitir reforzar la crucial alianza que Alemania y Francia promueven con vistas al mantenimiento e impulso de la Unión Europea (UE). Este es un elemento clave en la actualidad ya que, además de los problemas de excesiva deuda y escaso crecimiento económico de la UE en su conjunto, la negociación para la salida del Reino Unido necesita un continuo nivel de interlocución fuerte y unido por parte del bloque europeo.
…fundamental para la negociación del Brexit
Un buen ejemplo de la importancia de esa posición negociadora en el proceso de salida del Reino Unido fue el documento firmado hace unos días por los 27 jefes de Estado y de Gobierno de la UE (todos menos los británicos) en el que se indicaba que antes de negociar la futura relación comercial con Reino Unido debe haberse producido un nivel de progreso suficiente en tres áreas: derechos de los ciudadanos británicos y de la UE en ambos territorios, aceptación del compromiso financiero por el Reino Unido como miembro de la UE cifrado en aproximadamente en 60.000 millones de euros (rechazado por ahora por el Gobierno de Theresa May) y el estudio de las fronteras de Irlanda del Norte y la república de Irlanda. La negociación sólo está empezando y su importancia para el devenir de los mercados financieros va a ir incrementándose.
Los mercados habían descontado el triunfo de Macron pero no totalmente
La probabilidad de sorpresa en estas elecciones era escasa pero no nula. Superado el trance, en breve, seguiremos lo que suceda en los comicios para la Asamblea General Francesa en los que probablemente pueda formarse una coalición para avanzar en la agenda de reformas del nuevo Presidente en otro ejemplo de cohabitación política de la que tan lejos estamos en España. Toda Europa lo vigilará de cerca. De hecho, nunca se habían observado con tanta intensidad unas elecciones en Francia por parte del resto de europeos, especialmente desde sus mercados financieros. Otra muestra de la globalización e interconexiones múltiples (efecto mariposa) de nuestro tiempo.
Aunque el triunfo de Macron ya estaba descontando en buena medida, las bolsas reaccionarán de manera positiva, no tanto como sucedió tras la primera vuelta pero sí confirmando su tendencia alcista y los niveles alcanzados, sobre todo en el sector financiero.
Las cotizaciones de los bonos soberanos de Francia así como las de los países periféricos (España entre ellos), las de la renta fija privada en euros y la del propio Euro como divisa, también se verán favorecidas. Si bien esta última estará muy pendiente de los niveles técnicos alcanzados (el EUR/USD supera ya el 1,10) y de la postura de la Reserva Federal estadounidense con respecto a sus tipos de interés en su próxima reunión de junio. Y en septiembre las elecciones en Alemania. Ni un momento de calma, vamos. Sean prudentes.