La recién finalizada reunión en Argentina del G20, o Grupo de los 20, puede tener esta vez consecuencias de mayor calado que de costumbre. En principio, lo más llamativo era que todos los representantes de los países buscaban lo mismo: reunirse con el Presidente chino. Éste llegaba relajado tras la buena acogida recibida en Madrid y sabía que lo tratado con España sobre la defensa de una economía mundial global abierta, equilibrada e inclusiva, iba a centrar también el interés de la cumbre política en Buenos Aires. Y así ha sido. Con toda la diplomacia, pero… ¿con efectos favorables para los mercados?
El cambio climático y el comercio mundial
«Nos hemos puesto de acuerdo en un comunicado que refleja la necesidad de revitalizar el comercioy la OMC, y también en la preocupación por el cambio climático». Así resumía el presidente argentino Mauricio Macri el contenido principal de la declaración de consenso acordada por todos los líderes políticos.
Como era de esperar, Estados Unidos ha reiterado su intención de desligarse del Acuerdo de París sobre el cambio climático. Nada nuevo. China, en cambio, sí ratificó su apoyo al Acuerdo de París indicando que, aunque se trata de un camino difícil, es una obligación que ya está aceptada y “hay que cumplir con los compromisos asumidos globalmente». Consigue así el gigante asiático quedar bien con la comunidad internacional y dejar en todavía peor lugar al Presidente Trump. Luego, en la práctica, sabemos que la reducción de las emisiones de gases invernadero no es una cuestión prioritaria en China pues su calidad de país emergente por excelencia hace que el impulso del crecimiento acabe por difuminar el cumplimiento de este tipo de acuerdos.
Comercio mundial: buenas intenciones y algo más
Los analistas económicos centrábamos nuestra atención en los acuerdos que pudieran alcanzarse sobre las relaciones comerciales de los países. La espiral tarifaria entre EEUU y China es sin duda el obstáculo que más ha penalizado a la evolución de las Bolsas mundiales pues podría ralentizar el crecimiento económico de ambos países y, con ellos, el del resto del mundo.
El texto de la declaración final de esta cumbre del G20 determina que sea en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC) donde se resuelvan las desavenencias entre países y se establece la necesidad de reformar el funcionamiento de este organismo para que el sistema multilateral de comercio junto con la inversión continúen siendo los motores del crecimiento y de la creación de empleo. Esta declaración no parece gran cosa en cuanto al impulso del comercio pero creo que encierra algo más.
De cumplirse lo acordado, la batalla de declaraciones sobre aranceles entre los líderes chino y estadounidense debería frenarse. O, al menos, pasar a la OMC donde se pueden alcanzar lugares comunes con mayor facilidad que con los tuits de Trump.
¿Un nuevo escenario?
No puede afirmarse que tras la cumbre del G20 de Argentina podamos dar por superadas las tensiones comerciales internacionales. Pero sí cabe manifestar que el paso dado es mucho más de lo que se ha logrado con la escalada de amenazas y normativas proteccionistas que estaban erosionando al multilatelarismo en las relaciones comerciales y es en éste donde está la verdadera base del progreso y del avance económico de los países. De hecho, ya sólo el cese de fuego cruzado de declaraciones es un dato muy favorable para la estabilidad financiera mundial.
Por ello, las Bolsas reaccionarán con subidas, al menos en el corto plazo. Luego, ya veremos. Con Trump en el tablero de la economía global, nunca se sabe.