Tuve la oportunidad de asistir a la presentación de “Perspectivas para 2020” que llevó a cabo en Madrid la gestora J.P. Morgan la pasada semana. Tono optimista pero cauteloso, propio de esta fase tardía del favorable largo ciclo económico (sobre todo en Estados Unidos) por la que todavía transitamos.
En 2019 las Bolsas subieron sin beneficios empresariales
El brillante comportamiento bursátil del pasado año se apoyó en lo que se denomina “expansión de múltiplos”, que hace referencia a que los PER (relación precio/beneficio de un valor) tienden a subir sin existir variación de beneficios o, lo que es lo mismo, sobre los mismos beneficios de una empresa, los inversores están dispuestos a pagar más por ella e impulsan así su cotización. En la base de lo anterior suele estar el hecho de que la prima de riesgo (plus de rentabilidad que los inversores exigen a un activo financiero) se reduce.
Los beneficios serán la clave en 2020
En el ejercicio actual, es improbable que los mercados de acciones vuelvan a sustentar su potencial alza exclusivamente en la descrita expansión de los PER. Ahora debería de ser una verdadera mejora de beneficios la que facilitara un aumento de los precios de la renta variable y sin ella será difícil que esta subida se produzca. El siguiente gráfico expuesto en la presentación de J.P. Morgan muestra claramente lo sucedido en 2019 con los beneficios de las empresas y lo que se espera para ellos en 2020.
Fuente: J.P. Morgan AM, IBES, MSCI, Refinitiv Datastream, Standard & Poor’s, Guide to the Markets – Europe. Data as of 28 January 2020.
Aunque esta expectativa de crecimiento de beneficios pueda parecer demasiado audaz, el avance de los indicadores macroeconómicos, coronavirus aparte, está en estos momentos aconsejando seguir contando con cierto peso de renta variable en cartera ya que lo aquí reflejado podría no ser desacertado. Si se cumplieran las estimaciones, las Bolsas podrían tener comportamientos positivos en 2020 y las europeas hacerlo mejor, que por una vez no pasaría nada, que las americanas, visión ésta que también reflejaron los gestores de J.P.
Como no tenemos certeza, mejor diversificar
Lo de siempre, lectores de este blog: pese a las favorables previsiones y por mucho que el estado de complacencia en el que se encuentra buena parte del colectivo inversor sea muy placentero, las Bolsas son dinamita volátil y por ello no queda otra alternativa que mantenerse siempre alerta y aplicar las tres reglas de oro para luchar contra el riesgo siempre inherente a la inversión en activos financieros y que les recuerdo: diversificar, diversificar y diversificar. La selección de buenos gestores y la paciencia inversora (visión de plazo) están en la categoría de plata.
Nunca olvidemos que, como decía Ray Dalio, fundador y CEO de Bridgewater Associates, uno de los mayores hedge funds de la industria: “el que vive junto a la bola de cristal comerá cristales rotos”.
Asesórense bien y sean prudentes.