Comienza una semana clave para nuestro país y sus mercados financieros. Analistas e inversores de todo el mundo van a prestar especial atención a lo que aquí suceda en los próximos días. El riesgo de Brexit se superará probablemente triunfando la permanencia en la UE y el foco girará hacia España.
Positivo análisis de UBS
Leía hace unos días un análisis sobre la bolsa española realizado por el equipo de Global Research del banco UBS que concluía con una visión favorable para ésta. Al fin alguien fuera de nuestras fronteras se hace eco de la mejora de la economía española y de muchas de sus empresas cotizadas. Y no porque los analistas del banco suizo hagan abstracción del riesgo político existente por el actual proceso electoral (de hecho, hace unos días, el propio UBS emitió un informe sobre la materia), sino porque, desde comienzo de 2015, el Ibex se ha quedado un 15% por detrás del Eurostoxx lo que le ha llevado a tener un descuento del 9% con respecto a la bolsa europea.
En el gráfico siguiente se aprecia el citado descuento de nuestra bolsa medido por PER:
Fuente: UBS European Equity Strategy, DataStream. |
Si la medición la hiciéramos por el PER de Shiller que tiene en cuenta los beneficios netos reales generados durante los últimos 10 años en lugar de sólo el último, la comparativa daría un resultado todavía más propicio para la bolsa española.
Causas por las que el mercado español está barato
Según los analistas de UBS, hay tres causas que han llevado a nuestro mercado bursátil ha quedarse retrasado en relación con los europeos:
- La vinculación de muchas empresas con países emergentes en situación de recesión o cerca de ella, fundamentalmente en Latinoamérica, durante los últimos dos años.
- El lento proceso de reconversión de la banca española, cuyos balances todavía no han absorbido plenamente las consecuencias del estallido de la burbuja inmobiliaria, siendo además su ponderación en los índices muy elevada.
- Y, cómo no, la incesante inestabilidad política que penaliza a nuestra economía real pues crea incertidumbre y provoca un diferimiento de las decisiones de inversión de muchos empresarios.
El mercado ha pasado por alto los beneficios en la bolsa española
El análisis de UBS muestra claramente cómo la renta variable española no ha respondido a la mejora en beneficios de las empresas cotizadas en nuestro mercado. El siguiente gráfico refleja cómo Las cotizaciones (línea naranja) y beneficios (línea azul) se han movido en direcciones opuestas:
Fuente: UBS European Equity Strategy, Datastream. |
Todo está cambiando excepto…
Lo peor de la recaída de las economías de varias zonas emergentes parece haber pasado. La aparente fortaleza de la economía estadounidense y el mantenimiento del crecimiento en China a tasas superiores al 6%, facilitan previsiones favorables para 2017 en el crecimiento del PIB de los principales países latinoamericanos (Brasil saldría de la recesión), así como de otras zonas emergentes (sobre todo del Este de Europa, incluida Rusia).
El largo camino por el desierto de nuestros bancos parece llegar a su fin. Episodios como el de la última ampliación de capital del Banco Popular incitan a pensar que cada vez queda menos para que los balances de las principales entidades financieras españolas logren equilibrarse y sus niveles de solvencia queden fuera de toda duda. Factores como la menor competencia, la racionalización de sus redes y el incremento en la concesión de crédito unido a la recuperación inmobiliaria, deberían de conducir a mejoras en sus sufridas cuentas de resultados. Además, la última fase del proceso de fusiones, con posible presencia de entidades extranjeras, puede ser un buen catalizador para el sector en bolsa.
Sólo nos falta estabilidad política
El último talón de Aquiles de la renta variable española que sigue lastrando la evolución de nuestro mercado y sesgando negativamente la visión que de él tienen los inversores, especialmente los no residentes. Depende de cómo esta cuestión se dilucide, podremos contestar o no afirmativamente a la pregunta del título de este post. Pero me temo que deberemos esperar, al menos, hasta la semana que viene.