Por qué sube la Bolsa y qué se puede esperar

Desde comienzo del año 2025, las semanas suelen empezar en las Bolsas con miedo y ventas masivas, ya sea por DeepSeek o por el miedo a aranceles elevados, pero la recuperación de estos eventos ha llegado casi tan rápido como vinieron y los índices, como si nada, han seguido escalando.

Las amenazas siguen ahí…

La amenaza de los aranceles aún acecha e incluso cuando han entrado en vigor las tasas sobre las importaciones chinas, pero el mercado parece haber descartado un impacto relevante de esta variable, tanto en crecimiento como en el propio tráfico comercial (si bien China ya ha anunciado medidas de réplica respondiendo con otro paquete de aranceles). Lo mismo puede decirse de la aparición de DeepSeek y de las dudas que ha creado para la Inteligencia Artificial (IA) ligada a las big tech americanas, del temor a un repunte de la inflación muy ligado a la implementación de los citados aranceles y de la flojera que conocimos el pasado viernes en los datos de empleo americanos.

Amenazas que por ahora se quedan en eso ya que el mercado aguanta bien los impactos y parece confiar más en acuerdos que en una guerra comercial, asignándole una baja probabilidad a la vuelta de una espiral inflacionista (las fuerzas deflacionistas para EEUU, como la fortaleza del Dólar, alejan ese escenario). En definitiva, con Trump 2.0 los movimientos que provocan grandes titulares son menos profundos y de menor duración.

… pero los resultados empresariales están respondiendo bien en EEUU con la excepción de algunas grandes empresas tecnológicas

El 80% de las compañías estadounidenses que han publicado resultados correspondientes al último trimestre de 2024 han batido expectativas, superando los datos del tercer trimestre en el que superaron resultados previstos el 75%, sorpresas positivas y guías de fututo favorables. Es decir, buen comportamiento en los resultados corporativos en EEUU que alcanza ya un crecimiento del +13.1% con respecto al año anterior, si bien en exceso concentrado en financieras y tecnológicas (también, en consecuencia, son las que más han subido).

No obstante, el futuro cercano puede no ser tan halagüeño para las tecnológicas cotizadas vistos los flojos resultados de Alphabet, Microsoft y Amazon, lastrados por las limitaciones de capacidad por la gran demanda de IA, debilidades que se están viendo agrandadas por el lanzamiento de DeepSeek. La “vieja economía” bien representada en el Dow Jones podría actuar de contrapeso alcista.

¿Y en Europa?

A pesar de que el crecimiento continúa siendo en general bastante débil (en el cuarto trimestre del pasado año volvió a decepcionar con una tasa trimestral del 0%) y las amenazas de aranceles trumpianos sobrevuelan el mercado, la Bolsa europea ha tenido su segundo mejor comienzo de la historia subiendo un +9%, triplicando la rentabilidad de las americanas, lo que tampoco habíamos visto en mucho tiempo.

Las publicaciones de resultados están siendo favorables aunque será esta semana cuando veremos cerca del 20% de las grandes empresas del Eurostoxx comunicando sus datos y entre ellas algunas de los principales sectores de la Bolsa europea como autos, bancos y servicios financieros y healthcare.

La causa de ese buen comportamiento hay que buscarla en un sentimiento inversor favorable y, como afirma Alvaro Sanmartín (economista jefe en Amchor Investment Strategies y gestor del fondo Alinea) en su última carta a inversores, apoyado en la esperanza de “cierto repunte cíclico de la Eurozona durante 2025. Los indicadores económicos más recientes, pese a mantenerse en niveles bajos, muestran mayoritariamente síntomas de mejora (…) que podrían ir a más a medida que avance el año” porque hay factores favorables para ello: el consumo privado goza de fundamentos sólidos, la debilidad del euro favorece nuestras exportaciones, los tipos reales son muy bajos, la intensidad del ruido político en Francia tiende a reducirse, las elecciones del 23 de febrero pueden alumbrar un gobierno mucho más pro-crecimiento en Alemania, la Comisión Europea señaliza políticas encaminadas en reducir los costes regulatorios y reforzar la competitividad europea…

También ayuda la alta probabilidad de que el BCE extienda la relajación de su política monetaria durante los próximos meses gracias a una inflación del Euro que debería acercarse más a su objetivo del 2% en la segunda mitad del año y en 2026. Unos tipos de interés más bajos deberían impulsar la actividad, especialmente en las partes de la economía más sensibles a ellos, lo que ya puede verse en la mayor demanda de hipotecas por parte de los hogares. Además, una postura monetaria más laxa debería fortalecer fuerzas cíclicas más amplias y el crecimiento económico en la segunda mitad del año.

La eficiencia del mercado

Los defensores de la teoría del mercado eficiente creen que los precios de las acciones tienden a reflejar toda la información disponible y es difícil que los inversores puedan superar el rendimiento general del mercado de valores ajustado al riesgo a largo plazo. Yo estoy entre ellos.

Otra cosa es que un inversor esté dispuesto a asumir más riesgos (apalancándose, por ejemplo) o cuente con análisis fundamentales, técnicos o cuantitativos para respaldar una estrategia de inversión especifica que le permita aspirar, sólo aspirar, a mayores rendimientos.

En todo caso, profesen o no la teoría de la eficiencia de los mercados, nunca olviden lo que considero un dogma financiero para inversores: una correcta diversificación y la debida visión de plazo nunca fallan. A los hechos (rentabilidades) me remito.