¿Hundirá el treasury a las bolsas?

Las expectativas del mercado respecto a la inflación en Estados Unidos a lo largo de los dos próximos años han alcanzado su nivel más alto en una década (+2,64%). El dato del índice de precios a la producción (IPP) de enero en EEUU subió un +1,2% en el mes, frente a una previsión del 0,4%, intensificando así las preocupaciones de incremento de la inflación. Por ello, la  rentabilidad exigida al bono a 10 años estadounidense alcanzaba el 1,55%  a lo largo de la semana y, aunque la referencia sigue por debajo de los niveles que marcaba hace ahora un año, sirvió de excusa al mercado para la toma de beneficios.

Bolsas: ¿se adelantan o van por detrás de la realidad?

Leía en el último informe de Geraldine Sundstrom, responsable de asignación de activos de Pimco, que parece que los mercados se están moviendo más rápido que su sombra. Es cierto que febrero está siendo un buen mes para unas bolsas lanzadas y sustentadas por la ampliación de las ayudas públicas, los tipos de interés a cero, la llegada de las vacunas y una benigna temporada de publicación de resultados empresariales del cuarto trimestre de 2020. No obstante, a pesar de los citados factores favorables, hay muchas voces que dicen temer que la velocidad de subida sea demasiado rápida.

Proteccionismo en contra del accionista

El Gobierno de España reformó en marzo de 2020 la regulación sobre inversiones exteriores para impedir que empresas de países de fuera de la Unión Europea pudieran hacerse con el control de sociedades españolas de los denominados sectores estratégicos. Los desplomes de las cotizaciones asustaban a los empresarios del Ibex 35 y a los políticos desconocedores de los entresijos de los mercados financieros. Se creaba así una suerte de “acción de oro” que en este nuevo marco normativo, para pesar del accionista, parece que va a ejercerse en breve por primera vez.

De qué debe mantenerse alejado

El final del mes de enero ha sido agitado en las Bolsas. La aparente batalla entre pequeños inversores minoristas y grandes fondos de inversión provocó un pico de volatilidad y caídas generalizadas de la renta variable. Superado el episodio y vista la gran presencia mediática de éste y de otros tipos de inversión de alto riesgo e incierto comportamiento, hoy me centraré en comentar dos inversiones u orientaciones de inversión para las que recomiendo vivamente mantenerse alejado, o sea, no hacerlas.

¿Pagaremos las deudas o quebraremos?

En las previsiones para 2021 que publicó Expansión.com en este blog acababa diciendo: «Es evidente que la coordinación monetaria y fiscal ha ayudado a sostener la actividad económica en 2020 con unos bancos centrales manteniendo los costes de financiación increíblemente bajos para que los Estados pudieran emitir más deuda y dedicar los recursos necesarios para ayudar a consumidores y negocios. Pero pronto llegará el momento en que los gobiernos tendrán que reducir sus déficits y niveles de deuda pues, de lo contrario, las finanzas públicas serán insostenibles y muchos países quebrarán y con ellos sus ciudadanos. Es ésta la variable que más debemos vigilar y la que podría alterar negativamente el curso de recuperación de las economías y la buena marcha de los mercados…» Hoy analizaré si ese riesgo de quiebra está cerca.

El Dólar y su importancia (aun sin tenerlo)

El mundo mira hacia los Estados Unidos y no sólo por la proclamación de Biden como nuevo Presidente y el maravilloso espectáculo de Lady Gaga cantando el himno americano (¿podríamos ver lo mismo en España con un cantante nacional?, improbable me temo). La atención de los inversores está también en seguir lo que sucede con la cotización del Dólar (USD) ya que, se posean o no inversiones denominadas directamente en dólares, la evolución de la divisa americana condiciona muchos aspectos de la de la economía global y los precios de muchos activos financieros e inversiones en general.

Microtendencias y value: ¿ahora?

El año 2021 comienza azaroso y nevado, al menos en España, con incremento de contagios de Covid y con nuevas ayudas a la economía. Son éstas las dos fuerzas con efecto contrario que están condicionando la evolución de los mercados de acciones y bonos en este comienzo de año y a las que se añade ahora la fase de publicación de resultados empresariales. En este entorno teóricamente favorable para la renta variable sobre la fija debido a las bajas rentabilidades que ésta ofrece y a la incipiente recuperación del ciclo económico de crecimiento global, quiero destacar dos ideas de inversión ligadas a Bolsa que precisan más algunas de las recomendaciones que hacía a final del pasado año.

2021: ¿el año de los bancos?

Después del felizmente superado 2020, tan singular y arduo en todos los ámbitos de la vida incluidos los mercados financieros, ha llegado un 2021 en el que los bancos centrales van a volver a ser una de las piezas fundamentales para el todavía incierto entorno económico. Sus estímulos monetarios, coordinados y prácticamente ilimitados, van a mantenerse con objeto de ayudar a que el ejercicio que acaba de comenzar sea el de la recuperación de la economía y, a mi juicio, con ella el de la vuelta del protagonismo, para bien, de los bancos en Bolsa.

2021: dónde invertir, por y para qué (II)

Expondré hoy la segunda parte del planteamiento que considero más adecuado en estos momentos para lograr una estrategia de inversión clara y coherente en este todavía agitado y confuso entorno. Acababa la pasada semana haciendo alusión a uno de los activos con mayor auge y presencia en las carteras de muchos inversores durante los últimos años: las activos alternativos ilíquidos.