¿De verdad es el bitcoin el nuevo oro?

La criptomoneda bitcoin alcanzó hace unos días su máxima cotización histórica al situarse por encima de los 66.000 dólares. Había tocado su anterior récord el pasado abril al cotizar sobre los 63.000 dólares pero al poco se desplomó hasta 30.000 protagonizando así una caída de más del 50%. ¿Se debió ésta a las tensiones financieras en China y al riesgo de menor crecimiento que descontaron entonces los mercados? Pues no. Con ello avanzo mi respuesta a la pregunta del título, aunque hay matices.

UK: ¿cancha y gasolina?

Leyendo noticias sobre la situación del Reino Unido (United Kingdom, UK) en la prensa económica europea parece que procedan del sensacionalista The Sun o de algun tabloide en la línea. Pues no, no hay fake news, si bien es obligado analizar y matizar lo que está sucediendo en UK, las causas y hacia dónde caminan la economía y los ciudadanos británicos.

Cuatro claves para el 4T-21

Tras siete meses consecutivos en positivo, septiembre finalizó en territorio negativo en las bolsas globales. Similar evolución bajista han sufrido los bonos públicos y privados. En la base de todo ello está el cambio del sentimiento inversor ligado a los crecientes datos de inflación que hunden los tipos de interés reales y elevan las rentabilidades en los plazos largos de la curva y un sobredimensionamiento de los sucesos en China (impagos y nueva regulación más intervencionista para algunos sectores económicos). A pesar de este aparentemente adverso entorno, la recuperación pospandemia no ha acabado.

¿Pueden mantenerse las Bolsas?

El comportamiento reciente de los mercados de acciones de las distintas zonas del mundo aconseja prudencia. Cierto goteo a la baja, más en occidente que en zonas emergentes, y un temor latente esperando a ver qué acaba sucediendo con los tipos de interés. Nadie está seguro de hasta qué punto la progresiva reducción de compras de bonos por parte de la FED y del BCE acabará dañando las cotizaciones de las empresas ni tampoco existe certeza total sobre que los niveles de inflación alcanzados sean realmente transitorios o se puedan consolidar durante más tiempo y éste es un factor clave para el ritmo de la retirada de los estímulos monetarios.

¿Se puede ganar dinero con el tapering?

A pesar de que vivimos desde hace tiempo en un mundo con tipos de interés rondando el 0%, teniendo en cuenta también la represión financiera desde los bancos centrales y aceptando la bondad y necesidad de impulsar todo lo que puede ayudar a cuidar el planeta, noticias como la que publicaba Expansión el pasado martes llaman poderosamente la atención. El Tesoro español recibió una demanda de ¡60.000 millones de euros! en la emisión de su primer bono verde y llevó a cabo una colocación de 5.000 millones de euros con vencimiento a 20 años y a un tipo del 1,034%. ¿Hay una burbuja en el precio de los bonos cuyas rentabilidades están hundidas o simplemente estamos ante otra característica de la «nueva normalidad» consistente en financiarse semigratis y no remunerar el ahorro inversor?

De qué mantenerse alejado en agosto

La volatilidad no ha visitado por ahora a los mercados financieros en este verano tan especial todavía arrastrando la pandemia pero con signos inequívocos de normalización, al menos en Occidente. La menor liquidez de agosto acostumbra a ser fuente de violentos movimientos al alza y, sobre todo, a la baja por falta de demanda inversora. En todo caso, por ahora,  reina la calma  a pesar de China y de sus volubles políticos. Lo que suceda en las próximas semanas en los mercados de acciones y de bonos debería seguir un curso similar si bien, como sabemos, nadie lo puede asegurar. De lo que sí estoy convencido es de los activos financieros que me parecen altamente desaconsejables para comprar durante este mes de agosto. Alguno de ellos, a evitar para mucho más tiempo. Pero veamos. 

¿Están caras las Bolsas?

Episodios de volatilidad como los que vivimos recientemente en las Bolsas de todo el mundo (caídas del -2% de media en una sesión) nos ponen de nuevo en alerta sobre  a qué valoraciones nos enfrentamos  en los mercados de acciones. El sentimiento, clave para los movimientos del corto plazo, se mantiene favorable (los indicadores de confianza así lo demuestran) mientras la pandemia, a pesar de los riesgos de variantes del virus, continúe decayendo. Pero si las cotizaciones bursátiles han subido demasiado o todavía les queda recorrido hasta la próxima corrección es otra cuestión de la que trataré a continuación.

Lo que esconde el BCE con la inflación

realizada hace unos días con la fijación del nuevo objetivo de inflación del 2% (antes era “cercano a, pero por debajo del 2%”). La decisión tomada permite un mayor margen de flexibilidad para mantener los tipos de interés en niveles históricamente bajos por un periodo de tiempo más prolongado articulado en el denominado margen temporal de tolerancia de forma simétrica (soportar inflación por encima o por debajo del citado objetivo del 2%).

La encrucijada del mercado laboral español

En situaciones como la vivida con la pandemia del Covid-19 se demuestra cómo las economías y su nivel de empleo se adaptan o no al nuevo entorno que hay que afrontar para superar las crisis. El empleo es probablemente la variable más determinante para la vuelta a la normalidad y al crecimiento ya que la tasa de paro y la capacidad de los países para reducirla al máximo es lo que debería permitir, y no las subvenciones públicas, avanzar hacia el mal llamado y siempre deseado Estado de Bienestar.

¿Por qué acabará esta tendencia?

Cuando el crecimiento económico se frena y muestra tasas negativas decimos que estamos en recesión. Cuando esa tendencia se invierte comienza la recuperación. La combinación de ambas fases se llama ciclo económico. Pues bien, el ciclo actual no es normal, el retroceso se basó en una variable anómala (un virus que frenó el movimiento de las personas y con él de las economías) y la vuelta al crecimiento tampoco está siendo una recuperación convencional. Por ello, lo que está sucediendo en los mercados financieros es especialmente difícil de parametrizar. Y todavía más lo que nos queda por delante.