Mejor medio ambiente, más retorno

El mundo de la inversión en los mercados financieros está cambiando y no sólo por el virus Covid-19. La  tendencia a invertir de manera sostenible  potenciando la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo es mucho más que una moda. Dejando aparte debates sobre lo políticamente correcto y el aprovechamiento partidista de la cuestión ecológica, la realidad es concluyente: la inversión en empresas que cuentan con una gestión que atiende a criterios de responsabilidad social y sostenibilidad acostumbra a  obtener mayor rentabilidad  que aquélla que no tiene en cuenta estas variables.

Un posible cambio de postura del BCE

La pasada semana el Banco Central Europeo envió un mensaje muy claro sobre la necesidad de  implicarse en la lucha contra el cambio climático  dentro de su enfoque de política monetaria, reconociendo así la importancia de su impacto a largo plazo en el nivel de precios (comenzando con la energía) y en la mejora de las perspectivas económicas tanto globales como de sectores específicos (como la manufactura de automóviles, sector clave en España). 

La propia presidenta del BCE, Christine  Lagarde, argumentó que los mercados no están descontando de forma apropiada el riesgo climático y que la entidad debería revisar su compromiso con la neutralidad del mercado, según el cual la autoridad monetaria no debe favorecer ciertos activos sobre otros. De lo anterior se deduce una consecuencia manifiesta para los inversores: podemos ver pronto cómo el BCE  prima en sus compras  de bonos a las empresas que cuidan los citados criterios de sostenibilidad y responsabilidad en detrimento de otros activos cuyos emisores no lo hacen. Es decir, los bonos emitidos por empresas cuya gestión valora e impulsa la lucha contra el cambio climático pueden tener un  impulso añadido en sus cotizaciones  gracias a las compras del BCE.

El sector de la gestión de activos se está volcando con la inversión responsable

Son ya muchas las gestoras internacionales que cuentan con vehículos de inversión con este enfoque, si bien la mayoría de estos productos están ligados a la renta variable. En este  post  me estoy refiriendo a fondos de inversión cuyas carteras están exclusivamente  compuestas por bonos  y que se verían beneficiadas por la medida descrita más arriba.

Entre los  fondos de renta fija  que invierten en esta temática destaco tres:

  • La Française Carbon Impact 2026 cuya gestora cuenta con un equipo de analistas ESG/cambio climático que analizan primeramente un universo de inversión global bajo criterios  ESG (*)  y luego hacen un análisis de crédito y un análisis de huella carbono y transición energética para identificar aquellas compañías que están adaptando procesos a esa transición energética y a la reducción de las emisiones de CO2, lo que luego refleja en un informe periódico denominado  Informe  de Impacto Carbono.
  • Lord Abbett Climate Focused que invierte en renta fija global de grado de inversión y temáticas diversas ligadas a energías limpias, agua, etc. con el común denominador de buscar un impacto positivo en el clima.
  • Lazard Sustainable Credit 2025 cuyos gestores atienden a un universo de inversión global con un rating o calificación ESG determinado.

Conclusión favorable para este tipo de activo

Como hemos visto confluyen varias fuerzas que hacen que la inversión sostenible sea la posición preferida de muchos inversores y a ellos parece que  va sumarse el propio BCE. Se trata pues de una oportunidad de diversificar la cartera con un plus de rentabilidad potencial que puede además ayudar a erradicar una de las mayores fuentes de riesgo para la economía global como es el cambio climático.

Asesórense bien y sean prudentes.

(*)  ESG es el acrónimo en inglés de  Environmental, Social and Governance  – medio ambiente, social y buen gobierno en español –  que se utiliza para definir las mejores prácticas ambientales, sociales y de gobierno de una empresa.

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