Escenario para los mercados en el 4T17

Finalizado el mes de septiembre, el último trimestre del año se presenta con pocos cambios en cuanto a perspectivas macro y comportamiento de los mercados financieros. No obstante, la buena evolución de las bolsas en septiembre deja poco espacio para grandes subidas en lo que queda de ejercicio. Como siempre, las alegrías irán por barrios y habrá sorpresas negativas en los activos en los que la complacencia ha alcanzado mayores cotas. 

España debería recuperar el terreno perdido 

El mejor comportamiento relativo de la Bolsa española con respecto a otros mercados de acciones europeos es coherente con el crecimiento diferencial de nuestro país y con la progresiva normalización experimentada por el sistema financiero español que tiene elevado peso en los índices. Sin embargo, la ventaja se ha estrechado el mes pasado (+1,9% IBEX vs. +6,1%Eurostoxx en septiembre), ya que la tensión separatista en Cataluña ha hecho daño por la inestabilidad que crea en toda la Nación y por las dudas que ello provoca en inversores extranjeros como cuenta Bloomberg.com (texto del enlace en inglés).

Aunque posiblemente presenciemos ulteriores episodios de tensión política, los efectos del proceso independentista deberían de diluirse conforme se vayan atisbando vías de negociación de algún tipo (económico, básicamente) y/o se convoquen elecciones en esa comunidad autónoma. Ante la intransigencia extrema de la posición separatista, el escenario de elecciones generales no es descartable y crearía volatilidad en el corto plazo, si bien una más que probable mayoría superior a la actual del Partido Popular (sin descartar la mayoría absoluta) obtenida es esos comicios, acabaría por devolver la estabilidad y la bolsa española lo agradecería con subidas.

Europa seguirá siendo el mercado más fuerte

La inercia positiva del crecimiento de la Europa del Euro basada principalmente en la demanda interna (creación de empleo y consumo) se mantendrá durante los próximos meses y debería de favorecer el positivo comportamiento de los índices de la zona. Sin embargo, la necesidad de ser selectivo en las compañías en las que se invierte se acrecienta debido a la menor fuerza de varios catalizadores clave en la primera parte del año. Me refiero a la fortaleza del Euro con respecto al Dólar (caída del USD vs. EUR del 12% en el año) y al menor impulso crediticio por la reducción de estímulos monetarios del BCE, factores ambos que harán que las cuentas de resultados de muchas empresas comiencen a resentirse en estos últimos meses de 2017. Conclusión: más que nunca, sobreponderar la gestión activa de bolsa europea sobre la ligada a índices. Eligiendo bien los gestores, claro.

La reforma fiscal en EEUU será esencial para las Bolsas USA

El ciclo expansivo de la economía estadounidense va ya para 8 años y podría estar llegando a su final.  Creo que su prolongación depende principalmente de la posible aprobación de la reforma fiscal por parte de la «Administración Trump» y lo sucedido durante los últimos días alienta la posibilidad de que ello suceda. Los efectos socioeconómicos de ésta tardarán en tomar cuerpo y en reflejarse en los datos macro de EEUU, pero el plus de confianza que esta norma puede implicar para consumidores y empresarios debería de plasmarse de manera positiva en la renta variable y en el Dólar.

No obstante, el riesgo de fuerte retroceso de los mercados de acciones estadounidenses va a continuar flotando en el ambiente como ha sucedido a lo largo de todo el año. Como sabemos, las valoraciones de la bolsa americana son las más exigentes entre los países desarrollados y el las cotizaciones de muchas empresas, sobre todo de algunas tecnológicas, ofrecen síntomas de burbuja. Pero éstas, las burbujas, no son tales hasta que no explotan y parece que, por ahora, los beneficios de muchas compañías continúan alineándose con las alzas de sus precios en Bolsa, como comentaba en este blog hace dos semanas.

Los tipos de interés podrían comenzar su fase crítica

Me refiero, claro está, a la curva de rentabilidades de la renta fija, especialmente la correspondiente al Euro. Aquí sí que podría existir una burbuja, si bien su desvanecimiento, vía subida de los tipos de interés en sus distintos plazos, podría ser progresivo. De la postura que adopte el BCE en su reunión de este mes de octubre dependerá la evolución de las rentabilidades de la renta fija en Euros hasta final de año. También la cotización del Euro se verá condicionada por el enfoque de la autoridad monetaria europea. En todo caso, lo más recomendable, a mi juicio, sigue siendo mantenerse alejado de los bonos con plazos superiores a 2 años, especialmente de los soberanos, y también del Dólar, cuyo errático comportamiento aconseja evitar la exposición directa a la divisa y cubrir la indirecta.

Otros mercados, otras ideas y la misma necesidad

En los mercados emergentes no deberían de producirse sorpresas negativas en lo que queda año. La solidez, al menos aparente, del crecimiento en China y la caída del USD, facilitan un entorno de baja volatilidad para bolsas, tipos de interés y divisas emergentes. El crecimiento global se consolida, aunque su potencial decline, y lo hace sin grandes desequilibrios ni presiones inflacionistas, lo que supone un contexto favorable para acciones y bonos de muchas zonas emergentes, como vienen demostrando sus mercados desde hace varios trimestres.

Otras ideas de inversión como la renta variable japonesa, la gestión de valor relativo en acciones y bonos y la deuda bancaria, mantendrán su contribución favorable a las carteras bien diversificadas. Qué casualidad que cuando hablamos de mercados financieros y de sus riesgos, siempre acabamos en el mismo punto: la necesaria diversificación. Ésta, junto con la adecuada visión de plazo para cada tipo de activo y un buen asesoramiento son los elementos fundamentales para que, aunque no los garanticen, se allane el camino para lograr buenos resultados en una cartera de inversión.