Crecemos sin ganar dinero

A punto de acabar este intenso año 2014, me llama poderosamente la atención el debate surgido tras las declaraciones del Presidente Rajoy en México con cierto tono triunfalista que luego, ante las críticas, intentó matizar, sobre si España ha superado la crisis o no porque en la calle la gente no lo aprecia. Vacua disputa, a mi juicio. Que nuestra economía crece y está en ascenso es innegable. Que la mayoría de los ciudadanos no experimentan mejoras en su economía doméstica es también una realidad ineludible. La conexión entre ambas variables radica en que la segunda es la que ha facilitado la primera. Me explicaré.

La economía española sí está creciendo

Las mejoras en la economía española son innegables y será probablemente el país de la Eurozona con mayor crecimiento en 2015. Más allá de los datos macro sobre la evolución del PIB, hay tres elementos que lo demuestran:

  • El proceso de normalización del mercado inmobiliario y del sector financiero y la reactivación del mercado de crédito, aunque lentamente, avanzan.
  • La confianza del exterior hacia España sigue aumentando y como buen exponente de ello tenemos la reducción de nuestra prima de riesgo que ha llevado la rentabilidad del bono soberano español a mínimos históricos.
  • La mejora de la competitividad de nuestras empresas continúa, apoyada en la caída de los costes laborales unitarios y en la depreciación del Euro. Aquí está la clave de la mejora de nuestra economía.

La hora de trabajo se paga menos en España que en la UE

Así lo indica un informe de la Unión Europea (UE) que se publica cada cuatro años y que muestra que el coste laboral por hora y empleado en España era en 2012 de 21,1 euros, lejos de la media de la Eurozona de 29,3 euros. Esto sucede en todos los sectores pero es especialmente llamativo el coste total de la hora que se paga en nuestro sector industrial situado en 22,4 euros, frente a 31,2 euros en la Eurozona, lo que supone que nuestra mano de obra es un 28% más barata que en el resto de países del Euro, y si consideramos toda la UE también estamos por debajo (24,7 euros es la media de los 28 países de la UE).

Este gráfico de los costes laborales unitarios de España vs. Eurozona (tasa de variación interanual en porcentaje) muestra muy claramente lo sucedido (fuente Eurostat):

Grafico

La tendencia se mantiene, pues en el mismo sentido se orientan los recientes datos del Instituto Nacional de Estadística sobre el coste laboral de las empresas españolas que reflejan un descenso del 0,4% en el tercer trimestre de 2014 respecto al mismo período de 2013, con la mayor bajada en el sector servicios cuyos costes bajan un 0.7%.

Ahora es el Gobierno quien debe ayudar

El esfuerzo de buena parte de la población española, empresarios y trabajadores, para dotarnos de un tejido empresarial más competitivo ha sido ímprobo. Ha costado la práctica desaparición de la gran clase media que empezó a crecer en los años 90. Hoy, la recuperación es un hecho pero no ha llegado al bolsillo de los ciudadanos.

Ahora le toca al Gobierno y al resto de Administraciones ayudar tanto a las familias, reduciendo la presión fiscal y estimulando además así nuestra demanda interna, como a las empresas, reduciendo el coste de la contratación (no olvidemos que el coste de seguridad social para la empresa supone aproximadamente un tercio de la base de cotización del trabajador) y poder de esta manera consolidar e impulsar el empleo.

Aún queda mucho por hacer, pero lo más difícil, dejar atrás la recesión, se ha logrado. Esperemos que los políticos, en lugar de estropearlo, sepan agradecérselo a quienes siguen sacrificándose por ello. En este momento, lamentablemente, el mayor riesgo para la continuidad de la recuperación económica en España se encuentra en nuestra clase política.

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