Los analistas llevamos varios años avisando de la burbuja del mercado de bonos en Europa y del riesgo que comporta su posible estallido. Sin embargo, las políticas monetarias ultraexpansivas de los Bancos Centrales unidas ahora al temor a una recesión global están perpetuando una situación financieramente anómala con unos tipos de interés bajísimos e incluso negativos. ¿Cuánto puede durar esto?
Trump y una presionada FED han invertido la curva americana
En EEUU, donde la curva de tipos se estaba normalizando con tipos de interés en positivo en todos los plazos y una pendiente también positiva, las dudas sobre el crecimiento futuro de la economía estadounidense creadas por las dañinas políticas arancelarias de Trump (altamente restrictivas para el comercio global), unidas a los movimientos presentes y futuros de bajada de tipos por parte de la FED (en buena media también forzados por el Presidente), han provocado que la curva de tipos del Dólar se invierta (tipos más altos en los plazos cortos que en los largos). De hecho, la subida de precios de los treasuries (bonos emitidos por el Tesoro de EEUU) que ha hundido sus rentabilidades ha logrado niveles récord en el bono a 30 años el cual toca en el momento de publicarse este post su cota histórica más baja (rentabilidad por debajo del 2%).
En Europa no se ve el final de las caídas en rentabilidad
En estos momentos más de la mitad de los bonos soberanos europeos ofrecen rentabilidad negativa y muchas emisiones de renta fija privada también cotizan por debajo de cero (incluso algunas emisiones privadas parten ya en primario en negativo). La prima de riesgo brilla por su ausencia y la compra de bonos “para perder dinero” por parte de muchos inversores sólo se entiende como refugio ante el riesgo de debacle económica o como pura especulación confiando en una profundización en la rentabilidad negativa que comportaría ulteriores subidas de precio. Si a todo ello le sumamos la posibilidad de que el BCE anuncie pronto que vuelve a comprar renta fija en mercado abierto (expansión cuantitativa), debemos concluir que todavía podríamos no haber visto el suelo en la rentabilidad negativa de los bonos europeos.
¿Qué tendría que suceder para que estallase la burbuja?
El detonante de una venta masiva de bonos que pudiera provocar el estallido violento de la burbuja de renta fija que ocasionase una fuerte caída de sus precios y con un eventual contagio a los mercados de acciones podría ser (de menor a mayor probabilidad):
- Una pérdida de credibilidad de los Bancos Centrales lo que a ojos del mercado puede llevar a poner en duda el mantenimiento de sus inflados balances.
- Una fuerte mejora en los datos de crecimiento en Europa.
- Un salto significativo de la inflación, bajo mínimos en la actualidad, que obligue a los Bancos Centrales a implementar una política monetaria restrictiva (subidas de tipos).
- Una venta masiva de treasuries por parte de China como respuesta a las medidas arancelarias de Trump.
- Un impago por parte de algún gran emisor que hunda el mercado de bonos de alto rendimiento (high yield) lo que contagiaría de inmediato al resto del mercado de renta fija (excepto a los bonos soberanos de mayor calidad) así como a las Bolsas.
- Una combinación de los puntos 3 y 5.
Uno de los mayores riesgos, aunque pueda parecer bajo control
Creo que estamos ante uno de los mayores riesgos a los que enfrentan los mercados financieros y, en definitiva, la propia economía mundial. La actual situación de rentabilidades bajo mínimos/negativas en muchas de emisiones de bonos no puede mantenerse sine diepues comportaría un estancamiento del crecimiento que acabaría por cambiar el modelo económico occidental. Un proceso de pérdida de fuerza de la burbuja de manera progresiva con una lenta subida de rentabilidades sería el escenario menos dañino. Cualquier otra alternativa que suponga un estallido violento crearía numerosos problemas a los inversores y a los propios Estados y compañías privadas emisoras de bonos.
No olvidemos que una subida de un 1% (hasta el 3%) en la rentabilidad de un bono a 30 años de EEUU (muy presente en fondos y planes de pensiones estadounidenses y europeos) provocaría una caída del -21% en su precio. La rentabilidad que está ofreciendo este activo en estos momentos es inferior al 2%. En el período que abarca de 1990 a 2014, esa rentabilidad nunca había bajado del 3% como refleja con contundencia el siguiente gráfico de la TIR de este activo.
Fuente: Investing.com
Como dicen los anglo: scary?
Asesórense bien y sean prudentes.
(1) El término inglés “scary” significa en español “escalofriante”.