Bolsas: ¿se adelantan o van por detrás de la realidad?

Leía en el último informe de Geraldine Sundstrom, responsable de asignación de activos de  Pimco, que parece que los mercados se están moviendo más rápido que su sombra. Es cierto que febrero está siendo un buen mes para unas bolsas lanzadas y sustentadas por la ampliación de las ayudas públicas, los tipos de interés a cero, la llegada de las vacunas y una benigna temporada de publicación de resultados empresariales del cuarto trimestre de 2020. No obstante, a pesar de los citados factores favorables, hay muchas voces que dicen temer que la velocidad de subida sea demasiado rápida.

Los flujos de entrada están ayudando…

Contaban hace unos días en Bloomberg TV que los flujos de entrada en fondos de bolsa de EEUU batían su  record histórico semanal, a la vez que los índices americanos lograban nuevos máximos. En lo anterior subyace, a mi juicio, cierto exceso de optimismo sobre una recuperación económica global que está llevando a muchos inversores a comprar renta variable de manera algo atropellada. Por otra parte, la abundante liquidez está provocando una burbuja especulativa en algunas criptomonedas e impulsa episodios como el de Gamestop que comentaba hace unas semanas en mi post titulado “De qué debe mantenerse alejado”.

…y algunos modelos de valoración encienden la luz roja…

El denominado  “Warren Buffett Model”, que dice que un mercado podría estar sobrevalorado cuando su capitalización total supera el PIB del país, muestra el calentamiento del mercado americano y la amenaza de burbuja. Las crecientes expectativas de subida de la  inflación  llevan a las curvas de tipos en Europa y, sobre todo, en EEUU a positivizarse por la subida de los tipos de interés de los plazos más largos lo que provoca que muchos analistas, a la espera de confirmar mejoras en los beneficios, revisen a la baja las valoraciones de muchas compañías.

… pero la realidad es apabullante

Los factores citados al comienzo de esta columna (nuevos paquetes públicos de estímulos, tipos bajos, abundancia de liquidez, etc.) hacen que la recuperación económica se vea como algo más que un rebote tras la recesión ligada a la pandemia y que algunas casas de análisis como  UBS  estimen que en los próximos meses  el PIB real del mundo desarrollado  retorne al nivel de 2019.

Conclusión: mejor continuar teniendo renta variable

En este marco de valoraciones caras en varios sectores de los mercados de acciones (grandes tecnológicas a la cabeza), coincido con la visión de Pimco de que el año 2021 debería ser un ejercicio de  robusto crecimiento  y que es posible que los mercados se estén adelantando, aunque también podrían ir por detrás de la realidad en áreas de crecimiento diferencial .

De ahí que considero que la mejor estrategia es mantener renta variable con un  sesgo cíclico  hacia compañías pequeñas y medianas tanto en mercados de países desarrollados como en las bolsas emergentes (especialmente China y Asia en general tanto en bonos como en acciones),  sobreponderar  en bolsa las empresas ligadas a la transición energética, a la lucha contra el cambio climático, al  healthtech  (tecnología ligada a la salud) y al desarrollo de la inteligencia artificial. No tener prisa en comprar pero tampoco miedo a hacerlo si se seleccionan las inversiones en la línea que describo. Durante el año habrá tanto momentos de duda como de esperanza por lo que ser pacientes y tener una idea clara de hacia dónde nos dirigimos son las variables determinantes para construir la cartera y gestionar los episodios de volatilidad.

Asesórense bien y sean prudentes.

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