Reflexiones e inversiones convenientes para el comienzo de 2025

El entorno parece benigno para la inversión en renta variable y también sabemos que en un mercado alcista el precio más alto de hoy será superado por el precio más alto de mañana, pero hasta que deja de serlo…

Como contaba en esta columna hace unos días, después de un año francamente favorable en los mercados financieros, diversificar va a ser la clave para el recién comenzado año 2025. En base a esa estrategia, expondré a continuación algunas reglas y tipo de inversiones que considero especialmente ventajosas en estos momentos.

Mal final para un año propicio para la inversión…

Un volátil y negativo mes de diciembre (los últimos cuatro días hábiles del año generaron pérdidas de más del -4% en las bolsas de EEUU) no oscurece el favorable ejercicio que han tenido los mercados financieros en 2024. La deuda soberana y las materias primas han sido la excepción (peores activos, ofreciendo rentabilidad baja o negativa), y la Bolsa de EEUU (especialmente el sector tecnológico “culpable “de más del 50% del alza del S&P) ha sido el mercado de mejor comportamiento sólo por detrás del Oro; la Bolsa europea, por su parte, se ha quedado bastante atrás dentro del buen comportamiento de la renta variable global.

Todo coherente con una economía mundial cuyo dato de crecimiento final se espera que cierre el año en torno al +3%, apoyado fundamentalmente en la economía de Estados Unidos que fue la mayor sorpresa positiva con un crecimiento estimado del +2,7%, muy por encima de las expectativas de comienzo de año, y un PIB europeo que parece acabará con un decepcionante aumento del +0,8%.

…lo que obliga a intensificar más la prudencia, máxime para nuevas inversiones

Si hay una evidencia que sobresale sobre otras es la exigente valoración de algunos segmentos del mercado y compañías. Nunca es sensato volcar una gran cantidad de capital en el mercado cuando los precios son altos, sino más bien invertir gradualmente e intentar aprovechar las impredecibles caídas de los precios así como el incremento de los mismos para, en su caso, reducir su peso en ciertas fases de mercado.

No olvidemos que los mercados alcistas están siempre detrás de los mercados bajistas, que a su vez engendran otros mercados alcistas. Esta paradoja la encontramos también en el hecho de que la caída de los precios de las acciones no está necesariamente asociada a una economía débil, como tampoco el aumento de las cotizaciones de las acciones es siempre un indicador de una economía fuerte.

Además, en lo que respecta a los riesgos, aparte de los intrínsecos de mercado, la geopolítica va a mantenerse como un generador de volatilidad en las Bolsas, ya que sigue siendo incierto el cronograma para la paz en Ucrania así como el nuevo tablero de ajedrez en Oriente Próximo. El lado oscuro de la doctrina Trump (China, México Canadá) y la situación de Taiwán condicionada por el expansionismo chino, son también factores que contribuirán a potenciales fases de caídas en la renta variable, eventualmente, eso sí, aprovechables para tomar nuevas posiciones o reestructurar las existentes.

Algunos activos que no deben olvidarse en este comienzo de año: vida más allá de la Bolsa

Por un lado, no aparcar todavía las inversiones en activos del mercado monetario que ofrecen seguridad y todavía buena remuneración a capturar ahora ya que va a continuar su descenso: después del repunte inflacionista de meses recientes, el BCE prevé alcanzar el objetivo de inflación del 2% en 2025 como declaraba su Presidenta Lagarde hace unos días. Esta moderación de los precios ha permitido a la autoridad monetaria europea recortar los tipos de interés en cuatro movimientos a la baja de un cuarto de punto y existe la previsión de otros cuatro recortes a lo largo del presente ejercicio. El principal tipo de interés de la Eurozona cerró 2024 en el 3,15%, su nivel más bajo desde marzo del año 2023 pero aún sigue comportando una buena rentabilidad sin riesgo.

Por otro y vistas algunas elevadas valoraciones en la renta variable como ya he explicado más arriba, es buen momento para sobreponderar fondos de retorno absoluto, especialmente los de arbitraje de movimientos corporativos de empresas, que deberían verse favorecidos por las políticas de Trump y por el esperado empuje del crecimiento europeo. Igualmente, en un entorno en el que la economía atraviesa un periodo de crecimiento, aunque seguramente más débil que el del año precedente, la rentabilidad extra de la renta fija corporativa seguirá compensando, siendo los bonos privados de calidad europeos los que mejor perfil de rentabilidad/riesgo siguen ofreciendo.

Finalmente, en 2025 podemos tener otro ejercicio favorable para la renta variable global. Debemos atender a cómo finalizan los beneficios en 2024 de los que se espera un crecimiento de un 10 % para todo el período (empezaremos a conocer resultados del 4T-24 en pocas semanas), y a las expectativas de su crecimiento, ahora situadas en el 13 %, para 2025. Los impulsores clave en 2024, sobre todo en EEUU, fueron las grandes tecnológicas y en 2025 se prevé que sean las empresas de pequeña capitalización las que lideren las alzas de las cotizaciones en EEUU. En Europa, se espera un crecimiento de las ganancias del 2% en el pasado año, superando el 10% en 2025 (datos del consenso de analistas).

El horizonte temporal: siempre protagonista destacado para la inversión en Bolsa

Tener claro el plazo en el que cada uno está dispuesto a invertir su dinero (por tanto, a asumir un determinado riesgo) con el objetivo de obtener rendimientos diferenciales por él, es un parámetro esencial en estos momentos. Siendo así, un inversor con un horizonte temporal de inversión sensato y una estrategia de inversión bien pensada y diversificada no debe temer los altos precios de las acciones que ahora podemos observar en ciertas partes del mercado.

El entorno parece benigno para la inversión en renta variable y también sabemos que en un mercado alcista el precio más alto de hoy será superado por el precio más alto de mañana, pero hasta que deja de serlo… Muchos inversores todavía creen que pueden predecir los cambios de tendencia. Casi siempre se equivocan. Aplicando el enfoque aquí explicado, no se equivocarán.