El año 2019 va a ser el sexto consecutivo en que el PIB español crece y encabeza las principales economías de los países de la Unión Europea (UE). Tras cinco años de recesión por la crisis financiera e inmobiliaria, el sacrificio de muchos trabajadores que han experimentado una devaluación salarial y el empuje del tejido empresarial de pymes han evitado que cayéramos en el abismo del default (impago de deudas) y de la depresión económica. Es cierto que ello ha sucedido con la ayuda de Draghi al frente del BCE pero es también verdad que se ha logrado a pesar de una clase política interesada casi exclusivamente en mantener sus cargos o incrementarlos y una “grasa administrativa” que sigue lastrando el emprendimiento.
El crecimiento diferencial es un hecho aunque la Bolsa no acaba de reflejarlo
Markit, compañía internacional de información y servicios financieros. publicaba recientemente un informe sobre la economía española titulado Europe: Spain remains the poster boy of the Eurozone. Es decir, que la economía española sigue siendo “el chico del año” en Europa. De hecho, la creciente importancia de españoles en los órganos de gobierno de la UE es una buena muestra de nuestra posición de fuerza en la comunidad internacional gracias a la capacidad de impulso económico que seguimos manteniendo.
La Bolsa española lleva otra ritmo, especialmente en comparación con otros mercados de especial buen rendimiento en 2019, diferencia que empieza a ser exagerada. Así lo afirma José Ramón Iturriaga, gestor de Abante Spanish Opportunities, en su última carta a inversores al hablar de la “polarización en el comportamiento de las compañías cotizadas: las empresas asimilables a los bonos cotizan a múltiplos históricamente altos, mientras que otras compañías se han convertido en la piñata del mercado y cotizan a precio de picón”.
La falta de Gobierno no es un obstáculo insalvable
Es obvio que contar con un Gobierno estable y con políticas de liberalización de la economía sería bienvenido en el actual entorno de enfriamiento del crecimiento global. Muchos achacan a la interinidad del ejecutivo la mencionada floja evolución de la Bolsa española con respecto a otros mercados de acciones europeos. Sin embargo, no creo que la ausencia de Gobierno sea la causa de ese retraso en rentabilidad de nuestro mercado sino más bien ésta se encuentra en el elevado peso de los bancos y de Telefónica en los índices. Lo anterior ha penalizado el comportamiento del Ibex, pues tanto el sector de telecomunicaciones como el bancario no reciben, por ahora, el favor de los inversores. Hay causas para ello pero nada dura para siempre y menos en las Bolsas.
El sector inmobiliario está ayudando y las Socimi lo demuestran
Nadie duda de que el sector inmobiliario ha logrado la tracción que lo convierte en un elemento esencial de nuestra economía. Su avance no es homogéneo en el territorio español pero el estancamiento y el miedo a promover han quedado atrás. Buena señal de este progreso es la situación de las Socimi (Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión en el Mercado Inmobiliario y que son la versión española de los REITs anglosajones).
La favorable labor de estas sociedades comoimpulsor del mercado inmobiliario se describía en la presentación del primer informe sobre Socimis elaborado por Bolsas y Mercados donde se recordaba que “presentan una apelación bastante prudente al endeudamiento y además es un mercado que cada vez es más atractivo para los inversores institucionales y necesario para lograr una estabilidad en el sector inmobiliario lejos de los vaivenes producidos en ciclos anteriores”. En estos momentos existen en España 72 socimis, con un volumen de inversión inmobiliaria total cercano a los 50.000 millones de euros y una capitalización superior a los 22.300 millones de euros y que han repartido desde su nacimiento 1.394 millones de euros en dividendos entre sus accionistas.
El capital riesgo también lo reconoce
La industria de capital riesgo sobre la que escribía hace una semana reconoce también los avances de nuestra economía: la gestora Dunas lanza al mercado para dar acceso a todo tipo de inversores un fondo con objetivo de captar 100 millones de euros denominado Rainforest Dunas Iberia Fund que ofrece un esquema innovador para invertir en private equity exclusivamente en la península ibérica.
España, un país donde invertir
Aunque no sepamos cuándo, la Bolsa española reconocerá el crecimiento diferencial de nuestro país, lo que acabará sucediendo sin avisar. Además, la oportunidad que la economía española sigue presentando para inversores residentes y no residentes es innegable. Esperemos que el nuevo Gobierno que muy probablemente tomará cuerpo durante la semana que hoy comienza no contribuya a torcer el devenir de unos acontecimientos que todavía prometen.
Asesórense bien y sean prudentes.
Nota: este blog tomará vacaciones durante las próximas semanas estivales.